A veces hemos flaqueado
de tanto pelear la vida,
las piedras en el camino,
los problemas de los niños.
A veces nos resignamos
a deseos incumplidos,
otras veces fueron dagas
que nos dejaron heridos.
A veces por discusiones
tan tontas y sin sentido,
quisimos decirle basta
al gran amor que sentimos.
A veces nos equivocamos
y supimos perdonarnos,
a veces pasaron días
sin tan siquiera hablarnos.
En medio de tantos aprietos
los años fueron pasando,
los niños crecieron pronto
Y nos llenaron de nietos.
Hoy los dos estamos viejos
Y el amor hizo el milagro
de despejar del camino
piedras que en tiempos idos
nos dejaban tan heridos.
Nita